En este contexto, el uso de ozono como método de desinfección ha ganado protagonismo, especialmente en ediciones recientes de los Juegos Olímpicos.
¿Por qué ozono?
El ozono (O₃) es un poderoso oxidante que se utiliza en el tratamiento de aguas por su capacidad para eliminar bacterias, virus, algas y otros contaminantes orgánicos de manera rápida y eficaz. A diferencia del cloro, el ozono no deja residuos químicos permanentes ni subproductos como cloraminas, que pueden causar irritación en ojos y piel o malos olores.
Aplicación en los Juegos Olímpicos
El uso de ozono en las piscinas olímpicas no es un fenómeno nuevo, pero ha ganado notoriedad en los últimos años. Durante los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, por ejemplo, el sistema de tratamiento con ozono fue clave para mantener la calidad del agua en el Sydney International Aquatic Centre, considerada una de las piscinas más avanzadas del mundo en ese momento.
Más recientemente, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se utilizó ozono en combinación con otros sistemas de filtración y desinfección avanzada. La razón detrás de esta elección fue garantizar estándares sanitarios excepcionales, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19. El ozono ofrecía una capa adicional de protección frente a posibles patógenos resistentes al cloro convencional.

Ventajas del ozono en el entorno olímpico
- Desinfección rápida y eficaz : El ozono destruye microorganismos en segundos, lo cual es fundamental en entornos con uso intensivo como las competencias olímpicas.
- Mejor calidad del agua : El agua tratada con ozono es más clara y libre de olores fuertes, lo que mejora la experiencia de los nadadores y del público.
- Reducción del uso de químicos : Permite disminuir la cantidad de cloro necesario, minimizando así los subproductos nocivos.
Consideraciones técnicas
Aunque el ozono es muy eficaz, su uso requiere equipos especializados y monitoreo constante, ya que es un gas inestable y debe generarse en el lugar de uso. En instalaciones olímpicas, se combina con sistemas de filtración mecánica y rayos UV para maximizar la seguridad y mantener los niveles de oxidación dentro de parámetros seguros.