La preocupación por la calidad del agua del grifo y la presencia de sustancias no visibles han impulsado la popularidad de los sistemas de filtrado y purificación en los hogares.
El auge de los sistemas de filtración
Los dispositivos de filtrado eliminan impurezas como el cloro, la cal y otros elementos no deseados en el agua potable.
Aunque en muchas regiones de España el agua del grifo es de excelente calidad, en otras persiste la desconfianza.
- Las Islas Canarias, el 90% de sus ciudadanos, consumen agua embotellada.
- En Madrid, donde el agua es altamente valorada, un tercio de la población recurre a esta opción.
- Comunidades como Baleares, la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, el problema también es relevante, lo que ha llevado a que los sistemas de purificación se conviertan en una solución común en muchos hogares.
Beber agua de calidad
El agua es esencial para la vida y una garantía de bienestar. La Academia de Ciencias de Estados Unidos recomienda un consumo diario de entre 2,7 y 3,7 litros de agua, considerando tanto la ingesta directa como la que proviene de los alimentos.
Sin embargo, la calidad del agua del grifo preocupa debido a la presencia de microplásticos en ríos y océanos, así como por otras sustancias como la cal, el exceso de cloro, metales pesados o pesticidas.
Para muchas personas, especialmente niños, mujeres embarazadas y personas con problemas digestivos, consumir agua en su estado más puro es una prioridad.
Recordar que, una vez filtrada, esta pierde los químicos que la protegen contra bacterias, por lo que se recomienda su consumo en un máximo de 48 horas.
